sábado, 19 de enero de 2008

La picaresca española

Pues resulta que esta semana conocimos a Elena, madrileña de nacimiento, cuasi americana por años vividos en estas tierras.

Lo gracioso de nuestro primer encuentro fue el tema de conversación: "De cómo la gente se las ingenia para introducir jamón en este país", es curioso lo que une la gastronomía. Tras cenar en un curioso lugar de BBQ en el centro de Buffalo, todos estuvimos de acuerdo en que como en España no se come en ningún sitio. La conversación derivó rápidamente en una retahíla de experiencias conocidas dignas de resumir en este post:

1.- Padre e hijo entrando en aduana en JFK (New York):
Agente de la Agencia de Sanidad al chaval: "Por favor abra su maleta"(en inglés).
Padre a hijo: "Abre la maleta verde, que la azul lleva más".
2.- Técnicas de camuflaje: colocar un par de paquetes de bacon al vacio nada más abrir la maleta, aunque algún perrito lo huela, quedarán conformes con las "Oscar Mayer" y no andarán husmeando más. Por supuesto no arriesgar todo el material en la misma maleta. Otra idea es envolverlo en papel de regalo, no siempre funciona.

3.- Caso extremo; Años 90:
Alicantino residente en USA regresa de sus vaciones en la madre patria. Como equipaje de mano llevaba un jamón colgado estilo guitarra. Al pasar la aduana le ruegan que abra una maleta. El chaval llevaba un paquete de jamón al vacio. El agente le dice que no lo puede pasar. El chaval se enoja porque ese paquete lo compró en el aeropuerto como indica la bolsa donde va y le costó una pasta: "Ud me está diciendo que le regale 50 dólares", porque eso me costó este paquetito que es un regalo para un amigo el pobre que no puede volar a España y se lo traigo con todo el cariño del mundo. Pienselo, 50 dólares a la basura. Con lo que a mí me cuesta ganar 50 dólares. Y zurre y dale... Además le hicieron pagar una multa de 100 dólares por mentir en la declaración. Entonces él siguió protestando: pues nada, 150 dólares a la basura, mi sueldo de una semana a la basura!
El Agente, inflexible y ya cansado de tanta queja, le retira el paquete y le dice que se vaya de su vista.
A la salida, el marido de Elena estaba esperándole: ¿pero tío, qué haces con un jamón en la espalda?, el colega le contesta: ¿qué pasa, es que no puedo entrar mi guitarra a este país tampoco?, yo sin mi guitarra no voy a ningún sitio, ya se lo dije al policia que me pidió el pasaporte. Por cierto, me quitaron el jamón que te iba a regalar, 150 dólares. Luego se supo que el paquete del duty free era bien pequeño y bien barato, pero su jamón no!

Esta claro que si el Lazarillo de Tormes se escribiera en el SXXI, en algún capítulo pasaría por aquí!

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