lunes, 26 de enero de 2009

Casualidades

domingo, 18 de enero de 2009

Historias curiosas de la zona (II)

Fijaos la cara de la cheerleader de los Buffalo Bulls (equipo de nuestra universidad) a la que se le declara el novio en el descanso del ultimo partido, antes de partir a Irak. Ah, la chica dijo: Yes, I will (marry you)! Si es que estos de Buffalo en el fondo son unos romanticones.
Una vez mas podeis ver que las cosas aqui son como las vemos en las peliculas.
La historia completa aqui que aparecio en la portada de la web de la universidad, por si alguien no se habia enterado.

viernes, 16 de enero de 2009

Salir de casa por la mañana (II)

Tras haber introducido frugalmente con la foto del post anterior la odisea mañanera que vivimos de cuatro a cinco meses al año, con temperaturas inferiores al ni frio ni calor de los 0 grados centigrados, continuo aqui mi cronica de las 7.30 am.

A falta de un buen carajillo, y con un cuenco de cafe en el cuerpo, me dirijo a poner al pobre niño de tres a cuatro capas de ropa. Es una cosa curiosa, pero yo tengo la mania de que Dani tiene que sentir lo mismo que yo, si tengo frio, el niño tiene frio, si yo tengo calor, el crio tambien. A esas horas de la mañana el frio me invade, asi que procedo a preparar la salida a la tierra polar en que vivimos con el mayor numero de capas posibles, a saber: camiseta, jersey de cuello vuelto que casi no entra por la cabeza, sudadera y forro polar, toca abrigo, bufanda giratoria y gorro noruego, que tapa las orejas y deja una trenza de lana de colores en la coronilla bien graciosa, pero tambien tapada, porque sobre el gorro va la capucha del abrigo, no nos olvidemos.

La madre no es menos y en ocasiones tiene que desprenderse de alguna prenda para poder moverse, tras comprobar que las articulaciones quedan sin movimiento posible con mas de cinco capas. Un analisis del terreno previo a la salida de casa es la apertura de la puerta, ya con gorro y guantes, por supuesto. Ese momento en que el termometro de la nariz enrojecida te coloca en estado de embriaguez temporal, es el momento en que te acuerdas de lo calentita que se estaba en la linea 10 de metro apechugada entre miles de habitantes, los que no ves en Buffalo en invierno, ni haciendo la ruta de las galletas de las girl-scouts. En fin:

La rutina es la siguiente:

El niño recibe la ultima subida de cremallera hasta las naricillas ya subido en una silla. Por que? porque la madre tiene que cogerle a caballito para salir de casa, poder echar la sal en el suelo, cerrar la puerta (si cierra, porque hoy estaba la p. cerradura congeladita) y llegar al coche, donde la criatura es lanzada cual bola de bolos para proceder a cerrarle la puerta lo mas rapido posible y asi evitar la entrada del aire literalmente congelado.

A continuacion la madre sube al coche por el asiento del conductor y con un movimiento giratorio imposible dentro de las 4 o 5 capas que la cubren, logra atar al nene que para entonces ya ha recuperado la movilidad y hasta se atreve a levantar los brazos para ayudar a su atamiento. Una vez atado, se tapa con una mantita de una compañia aerea que una vez llego volando al asiento de atras. Ese es el momento en que la madre considera que se puede salir. Eso si no es necesario descongelar el cristal de atras o echar litro y medio de limpiaparabrisas azul descongelante, que siempre echo porque me mola el efecto inmediato. (Ojala hicieran un gel de las mismas caracteristicas para el cuerpo.) Al arrancar el coche, hoy la temperatura exterior era de menos 15, nos vamos superando.

En los cinco minutos de casa al cole la mama pregunta cosas al niño para ver si aun respira debajo de tanta capa. Si no contesta, se retuerce en el semaforo: -Dani, contestame, tienes ganas de ir al cole? Has visto que bonita la nieve?- Normal que el niño no conteste,piensa la madre, demasiado que respira.

Al llegar al cole, y para evitar que el niño pise y se moje con la nieve, la mama de nuevo acude al levantamiento de peso, esta vez sin silla ni caballito, del niño de ya 17 kilos con n capas de abrigo y otras tantas de leotardos, calcetines y zapatos lo que sumaran los 20 kilos. Estoy echando musculos y todo, una pena que con los cuatro jerseys no se aprecie demasiado.

Este es mi show de casi todos los dias. Hoy Dani decia que no iba al cole porque es sabado. La culpa la tengo yo por hablar del dia de la marmota, ojala fuera sabado todos los dias.

Prometo poner fotos.

miércoles, 14 de enero de 2009

Salir de casa por la mañana

Sin comentarios. Mañana mas.

martes, 13 de enero de 2009

El dia de la marmota

Madrid, Barajas:
Creo que es el 2 de febrero, pero aqui lo es todos los dias. Tenemos de nuevo la montaña de nieve en la puerta de casa que han osado a colocar otra vez este invierno los quitanieves en mi ausencia. Estara ahi hasta el mes de abril por lo menos... Salimos de Malaga para entrar en Malagon.
Buffalo, NY:
En fin, esperamos los 20 bajo cero el jueves. Hoy toca aprovisionamiento de emergencia por si se congelan las tuberias y petan.

Ya en serio, el viaje esta vez fue agotador, 4 horas de retraso para salir (y dando gracias, porque presenciamos los motines de los vuelos de Caracas y Buenos Aires) y conexion perdida en Nueva York.

Con n maletas y el pobre niño sentado encima a patarrajon, recorrimos medio JFK hasta que alcanzamos la terminal 5 (eso si, todo bajo techo cubierto). Ese momento Dani se tiro al suelo y tras decir "Dani a acostar", te desplomo al suelo dormido profundamente. Ese fue mi momento de gloria: tirar del Dani, la mochila, los forros polares y los abrigos con sus correspondientes bufandas. Nadie me ayudo, eso es lo bueno a demas de la destoxificacion de mis poros emanantes. Llegar a la puerta de embarque en esas circunstancias fue una prueba de fuego a lo que venian a ser las 4 de la mañana hora española (salimos de casa a las 11, echad la cuenta).
Pues bien, tras 20 horas de viaje, gracias a Dios llegamos a una nevada y neblinosa Buffalo que nada tiene que envidiar a Siberia si no es por su vodka. Dejamos los madriles nevaditos y nos encontramos nuestro pueblo adoptivo en la misma situacion sino peor, porque aqui no hay matanza del pueblo, ni carajillo, ni vinito peleon para soportar el frio, solo litros de aguachirri que llaman coffee.
Lo mejor del viaje: no nos abrieron las maletas.