New York, New York
NYC is unique! Aunque no la pondría en el top como ciudad más bonita del mundo, reconozco que New York city es "la ciudad" por antonomasia.
En el puente de la Inmaculada, NYC estaba abarrotada de españoles. Era curioso, después de vivir en Buffalo, prácticamente la ciudad sin calles por las que andar, una visita a NYC y parecía que estabas en Madrid. La cantidad de hispanohablantes en NYC era impresionante, tanto como el frío. Resulta curioso cómo aplica en estos casos el refrán "sarna con gusto no pica" porque verdaderamente la rasca era horrorosa, hasta llegó a nevar en algún momento, y todos tan contentos fotos por aquí, fotos por allá,... me faltaron unos churritos y un chocolate caliente o un buen café pero eso aún es más difícil. La ciudad estaba viva, con sus viandantes, sus vendedores en cada esquina, sus turistas, sus taxis... imposible encontrar uno libre. Menos mal que el metro funciona estupendamente, es rápido y no tiene muchas escaleras.
Nos quedamos en el Hotel Stanford, en la misma manzana que el Empire State Building, justo donde comienza el barrio coreano. El hotel es austero, no muy grande, pero limpio, con mobiliario y baños nuevos. El desayuno suficiente e incluido. El personal, coreano en su mayoría, excelente. Muy recomendable si no esperas grandes lujos ni te atreves con lo más barato.
Las vistas, las de siempre, las oficinas de enfrente, la policía por la calle, los bomberos, las sirenas y la gente. Hacía mucho que el bullicio no formaba parte de nuestras vidas.
En general, una visita al año no hace daño y es recomendable. Sólo destacaría cómo me defraudó China Town esta vez, poco tema y muy repetido. Poca capacidad de negociación. Ahora que el dólar ayuda hay otras fuerzas que evitan que uno se aproveche de la situación.
Creo que un par de días es demasiado poco para esta gran ciudad pero para nosotros fue más que suficiente. Reconozco que me quedo con la tranquilidad de Buffalo y su gente.
En el puente de la Inmaculada, NYC estaba abarrotada de españoles. Era curioso, después de vivir en Buffalo, prácticamente la ciudad sin calles por las que andar, una visita a NYC y parecía que estabas en Madrid. La cantidad de hispanohablantes en NYC era impresionante, tanto como el frío. Resulta curioso cómo aplica en estos casos el refrán "sarna con gusto no pica" porque verdaderamente la rasca era horrorosa, hasta llegó a nevar en algún momento, y todos tan contentos fotos por aquí, fotos por allá,... me faltaron unos churritos y un chocolate caliente o un buen café pero eso aún es más difícil. La ciudad estaba viva, con sus viandantes, sus vendedores en cada esquina, sus turistas, sus taxis... imposible encontrar uno libre. Menos mal que el metro funciona estupendamente, es rápido y no tiene muchas escaleras.
Nos quedamos en el Hotel Stanford, en la misma manzana que el Empire State Building, justo donde comienza el barrio coreano. El hotel es austero, no muy grande, pero limpio, con mobiliario y baños nuevos. El desayuno suficiente e incluido. El personal, coreano en su mayoría, excelente. Muy recomendable si no esperas grandes lujos ni te atreves con lo más barato.
Las vistas, las de siempre, las oficinas de enfrente, la policía por la calle, los bomberos, las sirenas y la gente. Hacía mucho que el bullicio no formaba parte de nuestras vidas.
En general, una visita al año no hace daño y es recomendable. Sólo destacaría cómo me defraudó China Town esta vez, poco tema y muy repetido. Poca capacidad de negociación. Ahora que el dólar ayuda hay otras fuerzas que evitan que uno se aproveche de la situación.
Creo que un par de días es demasiado poco para esta gran ciudad pero para nosotros fue más que suficiente. Reconozco que me quedo con la tranquilidad de Buffalo y su gente.
2 comentarios:
De vuestras fotos en USA siempre me quedaré con la foto en la que estabais con David McDonald y una bolsa del Corte-Ingles
Es verdad, esa es única. Ya la postearé.
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