domingo, 9 de septiembre de 2007

Parques de ocio en US/Canada

Lo primero que nos llama la atención al entrar en un parque de ocio de la zona es una simbiosis a la que no estamos acostumbrados:

No se trata sólo de parques temáticos con atracciones acuáticas, mecánicas y no mecánicas al estilo Port Aventura o Terra Mítica. Aquí existe una mezcla "rara", ya que realmente se pueden considerar mitad parque acuático (con sus piscinas de olas incluidas), mitad parque de atracciones. Este es el caso del Darren Lake Park-un parque temático sin "tema" claramente definido, que además cuenta con magos ambulantes y cómicos amenizando el cotarro.

En otras ocasiones simplemente empiezan a construir un zoo y se dan cuenta de la cantidad de terreno que tienen. En ese momento es cuando a algún brillante ingeniero se le ocurre plantar una noria entre los delfines y las orcas. Es un criterio como otro cualquiera, pero no veo yo ese proyecto con futuro en el Oceanogràfic de Valencia.

Al final lo pasas bien a fuerza de mantenerte hidratado con lo que sea, menos metiéndote al agua. Todas las piscinas están heladas. La bajada de temperatura nocturna unida a la ausencia de "heater" (calentador) para el agua, hace que te pienses el baño. Las atracciones no están mal, pero no hay nada que no se vea en Europa.

Marineland es la opción zoo-aquarium-parque de atracciones. Se encuentra a unos 10 minutos de Niagara Falls. Lo interesante son las especies árticas que poseen, lo menos interesante, los inmensos paseos que hay que darse. Las "calles" son más anchas que la Gran Vía y con árboles sólo a los lados, si te toca andar por el centro date por quemado. También tiene una mascota-emblema, un león con corona que debe tener un buen bonus porque para andar por el parque envuelto en ese traje de felpa a 30 grados a la sombra, hay que tener ganas. Mientras comimos unos mariachis nos amenizaron la mañana. Fue agradable pero nunca llegamos a hacer una lógica conexión entre animales marinos-mariachis y mira que lo intentamos.

Por cierto, los espectáculos de delfines, leones marinos y demás animalitos que se ven en Madrid/Valencia no tienen nada que envidiar a los que nos ofrecen los canadienses en un perfecto inglés maquineta que sólo entienden los de la tierra.

En definitiva se trataba de pasar un día agradable con los niños y yo creo que lo logramos, si no, mirad cómo tuvimos que sacar a Daniel :

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