Apología a la horchata

Pues resulta que ayer estaba viendo la tele y aparece la Plaza Mayor de Madrid. Se trataba de un programa de Travel Channel llamado "Bizarre foods", que viene a ser "Comidas arriesgadas". El espacio no es ni más ni menos que las peripecias de un calvito que va por medio mundo comiendo gusanos fritos y carne de cocodrilo. Al llegar a Madrid el amigo se flipó comiendo callos, mollejas, jamón (ya veis qué tiene de arriesgado comer jamón) y marisco. El colega se puso ciego de percebes, cigalas y rodaballo en la Trainera por la patilla.

A continuación se fue a Cataluña y visitó el Bulli. Lo cierto es que lo más que hizo allí fue ver cómo hacían una espuma de lichi y coco y un aceite de piñones. El amigo salió con tanta hambre que se fue a un bareto de Olot a comer en condiciones. El tío pidió una horchata (a quién se le ocurre de aperitivo una horchata) y ahí es dónde me hirió mi corazoncito valenciano. En el primer sorbo valoró el producto como asqueroso (disgusting), lo definió como una leche de soja gruesa mezclada con leche de almendras. Ni que decir tiene que he enviado un mail al programa indignada.
Señor Calvo, dediquese a comer hormigas y deje de valorar lo que no conoce. Su error estuvo por una parte, en esperar que un catalán le invitara a comer y por otra, en pedir horchata en Cataluña. O es que a alguien se le ocurriría pedir sidra en Málaga? Pues no.
Lo único bueno que saqué del programa es que cualquier guiri valorará más visitar Madrid por la gastronomía que Barcelona. (Mad1-Bna0)